En el Parque de Abelardo Sánchez, el "pulmón de la ciudad", podemos encontrar diversas especies de árboles, algunas procedentes de la plantación inicial del parque (año 1911), como todos los grandes pinos carrascos, y otros que se han ido plantando poco a poco durante el siglo XX, como los plátanos de sombra, algún madroño, almeces y moreras. Durante la última remodelación del parque, entre 2011 y 2012, se talaron casi 400 pinos debido al peligro de caída. Sería conveniente eliminar algunas especies que presenten aspecto desfavorable o no aclimatadas correctamente, así como las no autóctonas, como el ailanto (Ailanthus altissima), ampliamente plantado -incluso recientemente-, a pesar de encontrarse en el Catálogo Español de Especies Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011 de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.
Pero, ¿por qué plantar especies autóctonas? ¿Qué beneficio tiene plantar especies presentes en nuestros bosques? ¿Qué ventajas tendría el plantar árboles autóctonos en nuestro Parque?
Plantar más árboles autóctonos tendría varios beneficios de los que todos los ciudadanos de Albacete así como sus visitantes podríamos disfrutar, entre ellos:
-Reducción de riego y, por ende, menos gasto (€) en agua.
-Escaso mantenimiento. Las especies autóctonas están aclimatadas a nuestra zona, con lo cual pueden sobrevivir periodos de sequía o fríos invernales.
-Mayor duración. La probabilidad de sufrir enfermedades se reduce.
-La plantación de especies autóctonas puede servir para algunos ejercicios de educación ambiental. Se podrían realizar visitas guiadas en el Parque para conocer estas plantas y "correr la voz" sobre los beneficios que supone plantar autóctonas. Enseñar a reconocer las plantas nativas de nuestra zona ayuda a crear conciencia para proteger nuestros ecosistemas.
-Mejor integración en el paisaje.
-Las especies autóctonas también aportan belleza en entornos ajardinados, como veremos.
-Las especies autóctonas que se planten también ayudarán a la fauna del Parque, como ardillas, aves e insectos, proporcionándoles, sobre todo, alimento.
10 especies de árboles que convendría plantar en el Parque de Abelardo Sánchez
1. Pino laricio (Pinus nigra subsp. salzmannii)
El pino laricio es un árbol común en las Sierras del Sur de la provincia, es un árbol muy representativo de Albacete. Pueden llegar a vivir más de mil años. Su corteza grisácea, plateada de lejos, es bastante decorativa. Sus piñas son bastante pequeñas, amarillentas, oscuras en el interior. Vive en suelos calizos.
2. Encina (Quercus ilex subsp. ballota = Quercus rotundifolia)
Otra especie representativa de nuestro clima mediterráneo. Árbol muy común en toda España, y en Albacete no iba a ser menos. Aparece en todas las zonas, desde la planicie manchega hasta las Sierras. Sus hojas, verdes oscuras, pilosas por el envés, son perennes (no las pierden en otoño). La floración se produce en primavera, apareciendo las bellotas en otoño, que son consumidas por numerosos animales como las ardillas o los arrendajos.
3. Quejigo (Quercus faginea)
Un árbol cada vez menos común, antaño muy abundante en casi toda la provincia. Resistente a la sequía, este árbol, parecido a la encina, sí pierde las hojas en invierno, en un proceso que se conoce como "marcescencia", es decir: en otoño, las hojas se secan pero no caen hasta la primavera siguiente, cuando las yemas empujan. Produce bellotas que son aprovechadas por los animales.
4. Fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia)
Otro árbol representativo, esta vez de nuestras zonas riparias. Crece cerca de ríos o en valles húmedos, pero también se utiliza como árbol ornamental. En la ciudad encontramos varios plantados, pero no hay en el Parque. En otoño, sus hojas se tornan amarillas. Si se plantaran en el Parque, añadirían una nota más de color, adornando con sus hojas compuestas las tardes de otoño.
5. Mostajo (Sorbus aria)
Una rosácea común en valles y junto a ríos en las Sierras del sur de Albacete, plantado también como ornamental en algunos jardines privados. En primavera, produce ramilletes de flores olorosas que atraen insectos, y en otoño, sus frutos rojos alimentan a las aves invernantes, además de añadir una nota de color en otoño gracias a sus hojas caducas.
6. Espino albar (Crataegus monogyna)
No se entiende un jardín sin este árbol o arbusto tan decorativo. Sus hojas tienen forma aserrada y son caducas, se vuelven amarillas en otoño. En primavera producen grandes floraciones de corimbos blancos, olorosos y muy decorativos. En arbustos grandes llegan a cubrir la copa entera, volviéndola amarilla. A finales de verano producen frutos rojos que son aprovechados por muchas aves, como mirlos, zorzales y estorninos. En la Sierra de Segura hay un endemismo (solo aparece en esa zona) muy parecido, de hojas vellosas, llamado Crataegus laciniata.
7. Peral europeo (Pyrus communis)
Árbol muy decorativo, de hojas caducas de forma acorazonada, floración en ramilletes blancos decorativos en abril o mayo. Se puede utilizar como árbol de sombra.
8. Almendro (Prunus dulcis)
No hay árboles frutales más representativos de Albacete como el almendro y el nogal. El almendro florece cuando se acerca la primavera, generalmente en febrero o marzo. Las flores cubren toda la copa, tiñéndolo de color blanco y posteriormente rosado. Las almendras son aprovechadas también por diversos animales. Las claras hojas verdes, decorativas, sirven también para alimentar a las orugas de la mariposa chupaleches. Se puede utilizar como árbol decorativo y de sombra, por ejemplo, junto a bancos o en placetas. Las gentes de Albacete tienen especial cariño por el almendro.
9. Nogal (Juglans regia)
Los grandes nogales muy característicos de toda la provincia, en especial de las plantaciones de las Sierras del Sur y el valle del Júcar, son muy decorativos y longevos, además, resisten heladas y calores. Sus hojas se tornan amarillas en otoño. Se pueden utilizar como árboles de sombra. Produce nueces comestibles.
10. Arce granatense (Acer opalus subsp. granatense)
El arce granatense es una joya de la flora ibérica. En nuestra provincia lo podemos encontrar ampliamente distribuido en las Sierras de Alcaraz y Segura, junto a arroyos o en valles, y en algunos enclaves del Júcar. Muy decorativo como árbol aislado en céspedes o junto a fuentes, o para dar sombra. Sus hojas se vuelven amarillentas o rojas en otoño, siendo uno de los árboles autóctonos ibéricos más decorativos, apostar por esta especie es un éxito asegurado.
Por supuesto, también se podrían acompañar con arbustos como el romero, la jara blanca, el durillo, la cornicabra... aunque algunos ya están presentes en parterres y rocallas.
Desde el blog "Árboles de Albacete", esperamos que las autoridades encargadas del mantenimiento de nuestro "pulmón verde" tengan en cuenta nuestra propuesta de especies y se animen a llevarla a cabo, tal vez realizando plantaciones con niños, para convencerles sobre la importancia de plantar árboles y arbustos autóctonos, propios de nuestro clima, es decir, crear conciencia, del mismo modo en que se hizo cuando se plantó el propio Parque de Abelardo Sánchez.
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